sábado, 6 de junio de 2009

POCAS PASIONES COMO ÉSTA









Ser hincha de Nacional tiene características definidas que solamente el ser verdolaga entiende, comprende, identifica y acepta sin discusiones. Llevar adentro al cuadro nacionalista, para muchos, va más allá del resto de las cosas.


El hincha verdolaga es el que piensa que Nacional está primero que el resto, pero acepta ser segundo. Es el que se enfurece cuando ve a su equipo inmiscuido con los de mitad de tabla para abajo porque su grandeza le impide igualarse con equipos chicos. Es aquél que disfruta día a día de las noticias verdolagas. Es el que tiene conocimiento del fútbol internacional y conoce a la perfección el juego.


El que tiene paladar de fútbol fino, bien jugado y elaborado y se siente ofendido con los balones de punta y para arriba. Es el que cambia la mejor fiesta del mundo por el mejor programa dominical: ir a ver a Nacional. Es el que se siente orgulloso del promedio de asistencia que genera el equipo. Es el que viste con orgullo la camiseta verdolaga, sin importar si es domingo o lunes. Si hay torneo o vacaciones. Es el que, en definitiva, le entrega grandeza al equipo a partir de su conocimiento, su aliento y su amor por el club, sus vitrinas y sus colores.Y lo mejor de todo es que sin saberlo, entre todos, afirman una identidad que desconocen. Se ponen de acuerdo en la tribuna sin que haya coordinador general, para saber a quién aplauden, a quien chiflan y a quien le conceden el silencio. Todos saben en qué momento hacer lo que hay que hacer, sin que nadie les diga nada. Y esa catarata de emociones es compartida. Por eso al mejor estilo mosquetero, se armoniza la convivencia en el estadio de parte de la familia verdolaga: todos para uno, y uno para todos.



El fanático es aquél que no acepta otras posturas sin aceptar que pueden existir otros equipos mejores, ni aunque la razón a leguas, esté de parte de su interlocutor.


La barra Los Del Sur, fundada en 1997, cumplió en noviembre de 2007 10 años de alentar al equipo que ellos se encargaron de volver en el más popular del país. Siempre en la tribuna Sur, pero además en todos los estadios del país y hasta del continente, miles de seguidores verdolagas se introducen en el fabuloso mundo del apoyo incondicional a la camiseta verdiblanca. Enronqueciéndose hasta la agonía y cantando como poseídos, ven en los 11 hombres su bandera y en su voz el escudo con los cuales íntimamente sienten el orgullo de observar al Rey de Copas alcanzar metas envidiables por cualquier otro conjunto colombiano.


Ejemplo de las demás barras del país, Los Del Sur no solo cantan hasta el cansancio en los estadios del país sino que además tienen un nivel organizacional envidiable por cualquier otra barra colombiana y se convirtieron en pioneros de proyectos como “Con La Pelota En La Cabeza” con los cuales muestran que aparte de apoyar, tiene metas diferentes para la construcción de sociedad.









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